Científicos desarrollaron una nueva prueba para detectar
marcadores que señalarían esta enfermedad.
Un grupo de neurocientíficos dirigido por un investigador de
la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh desarrolló una prueba
para detectar un nuevo marcador de la neurodegeneración del Mal de Alzheimer en
una muestra de sangre. El biomarcador, llamado “tau derivado del cerebro”,
o BD-tau, supera las pruebas diagnósticas de sangre existentes utilizadas para
detectar clínicamente la neurodegeneración relacionada con el alzhéimer. Es
específico de la enfermedad de Alzheimer y se correlaciona bien con los
biomarcadores de neurodegeneración en el líquido cefalorraquídeo (LCR).
Análisis simples para el diagnóstico del alzhéimer
“En la actualidad, el diagnóstico de la enfermedad de
Alzheimer requiere de neuroimágenes”, dice el autor principal Thomas
Karikari, profesor asistente de psiquiatría en Pitt. “Esas pruebas son costosas
y tardan mucho tiempo en programarse, y muchos pacientes, incluso en los
Estados Unidos, no tienen acceso a los escáneres MRI y PET. La accesibilidad es
un problema importante”. Por lo anterior, el desarrollo de herramientas
simples que detectan signos de alzhéimer en la sangre sin comprometer la
calidad es un paso importante hacia una mejor accesibilidad, dice Karikari.
Si bien ya existen métodos de diagnóstico experimentales usando sangre, el
mayor obstáculo radica en la dificultad de detectar marcadores de
neurodegeneración que son específicos del cerebro, y no están influenciados
por contaminantes potencialmente engañosos producidos en otras partes del
cuerpo.
Problemas en el diagnóstico
Por ejemplo, los niveles sanguíneos de neurofilamentos
ligeros, una proteína marcadora del daño de las células nerviosas, se elevan en
el mal de Alzheimer, el Parkinson y otras demencias, lo que la vuelve menos
útil cuando se trata de diferenciar el alzhéimer de otras afecciones
neurodegenerativas. Al aplicar su conocimiento de biología molecular y
bioquímica de las proteínas tau en diferentes tejidos, como el cerebro,
Karikari y su equipo, incluidos científicos de la Universidad de Gotemburgo,
Suecia, desarrollaron una técnica para detectar selectivamente BD-tau y evitar
la flotación libre de las proteínas “tau grandes” producidas por células fuera
del cerebro. Para ello, diseñaron un anticuerpo especial que se une
selectivamente a BD-tau, haciéndolo fácilmente detectable en la sangre.
Validaron su ensayo en más de 600 muestras de pacientes de cinco cohortes independientes,
incluidas aquellas de pacientes cuyo diagnóstico de enfermedad de Alzheimer se
confirmó después de su muerte, así como de pacientes con deficiencias de
memoria indicativas de alzhéimer en etapa temprana. Ahora, Karikari y su equipo
planean realizar una validación clínica a gran escala de BD-tau en sangre en
una amplia gama de grupos de investigación, incluidos aquellos que reclutan
participantes de diversos orígenes raciales y étnicos, de clínicas de memoria y
de la comunidad. Además, estos estudios incluirán adultos mayores sin evidencia
biológica de alzhéimer, así como aquellos en diferentes etapas de la
enfermedad.