Plantas de interior Plantas de interior

Ideales para oxigenar los ambientes y decorar el hogar, las plantas de interior tienen una larga historia.

 

¿Existen en realidad las plantas de interior? En realidad, este es el nombre que, con el correr del tiempo, le hemos dado a las plantas, que se han adaptado a vivir bajo el mismo techo que el hombre.

El primero en utilizar la expresión “plantas de interior” fue Tom Rochford, quien al final de la Segunda Guerra Mundial, comenzó a reproducir y cultivar algunas plantas de follaje en su vivero de Hertfordshire, Inglaterra. “Mr. Tom” amaba las plantas y estaba convencido de que sus ejemplares de interior tenían un gran futuro, como de hecho ocurrió. Crecieron y en la actualidad son pocos los hogares en donde no hay al menos una pequeña colección de plantas de follaje atractivo o de macetas con flores.

Tipos de plantas de interior

Plantas del bosque tropical. Muchas de las plantas de interior -bromelias, begonias, peperomias y  filondendros- son originarias de los bosques tropicales y crecen en su atmósfera vaporosa en forma silvestre como “epífitas”.

Estas crecen en otras plantas, pero no son parásitas. Los bosques tropicales están hechos de numerosos estratos vegetales. Las copas de los árboles más altos absorben la mayor parte de la luz solar, soportan el peso de las tormentas, vientos y lluvias y proveen de refugio a las plantas de las capas inferiores. El bosque tropical es muy caluroso, el sol penetra en las capas superiores y el aire se halla densamente cargado de humedad, entonces virtualmente no existe diferencia alguna entre invierno y verano. Es por todo esto que nuestras plantas de interior no soportan el sol intenso ni los cambios bruscos de temperatura, y en cambio gustan de los ambientes húmedos, especialmente los filodendros que poseen raíces aéreas.

Las plantas epífitas del bosque necesitan poca cantidad de tierra, y como el agua y la humedad atmosférica son abundantes, no necesitan un extenso sistema de raíces. De ahí que crezcan sin problemas en las macetas.

Los microclimas para cuidar las plantas

Como podemos observar de lo dicho, en realidad no hay plantas de interior y plantas de exterior, así como tampoco hay plantas de tierra y plantas de maceta, sino que hay plantas con distintas necesidades.

Lo que hace que una planta sea de interior es el hecho de que puede vivir en las mismas condiciones ambientales que los seres humanos. Pero esto no significa que la poca luz, las bajas temperaturas en invierno y la escasa humedad sean las condiciones ideales para una planta.

Por diferentes razones, podría resultar muy beneficioso para muchas plantas de interior que, durante el verano, se las lleve al jardín, o a un sector más ventilado. De todos modos, no se apresure a sacar las plantas al balcón. Hay que prestar atención a los cambios de estación y a algunos aspectos culturales que influyen en la vida de las personas y de las plantas que conviven con ellas, tales como la calefacción artificial, la contaminación ambiental y los espacios reducidos y poco aireados.

La idea es crear microclimas ya sea en el patio, el balcón, la ventana o la habitación, teniendo en cuenta algunos aspectos básicos para la supervivencia. Es decir, una planta de interior puede vivir en exterior siempre y cuando se respeten ciertas condiciones.

Los 4 aspectos del hábitat natural para plantas de interior

Si nuestro propósito es que ellas estén sanas y nos duren mucho tiempo se deben tener en cuenta ciertas claves para que las plantas se sientan como en medio de la Naturaleza, aunque se hallen en el living de nuestra casa. Descubra como lograrlo.

Como todo ser vivo, las plantas necesitan sentirse a gusto en el medio que las rodea. La clave del éxito consiste en rodearlas de condiciones similares a las de su hábitat natural. Factores como la luz, la humedad, la aireación y temperatura ambientales son tan importantes como proporcionarles la tierra y el riego adecuados. Resulta muy desalentador ver que las plantas con las que nos encariñamos presentan un deterioro paulatino o un crecimiento deslucido. Sin embargo, muchas veces la solución está en examinar algunos aspectos ambientales fáciles de corregir o evitar. Veamos.

1 La iluminación

- Observe cuanta luz tiene el ambiente donde crecerán sus plantas. En reglas generales, un balcón orientado hacia el norte recibirá sol todo el día; hacia el este, sol de mañana; hacia el oeste, de tarde; y hacia el sur no recibirá sol directo. Sin embargo, en la ciudad las construcciones vecinas pueden crear microclimas que deben estudiarse atentamente. Aunque las plantas de interior no exigen sol directo, una buena luminosidad es importante para un crecimiento saludable. Aquí van algunos consejos para obtener los mejores resultados:

- Plantas de hojas variegadas (veteadas): son aptas para situaciones de sombra y los matices de sus hojas son decorativos y dan luminosidad

- Flores: la falta de sol directo no puede privarlas de tener flores. Existen plantas de flores de interior, pero necesitan muchísima luz durante todo el año, especialmente cuando están en floración.

 Los excesos: incluso las plantas de interior que disfrutan de la luz abundante si son expuestas a rayos de sol intensos resultan perjudicadas y sus hojas comenzarán a chamuscarse. Pero, por suerte, los excesos tienen solución. Si desea tener especies delicadas cuando hay mucho sol, coloque esterillas o tejido media sombra para atenuar los rayos solares. Recuerde que cuando la luz solar es demasiado potente, los cristales de la ventana la aumentan.

- La escasez: existen especies aptas para lugares sombríos, en general son perennes de hoja oscura como el helecho nephrolepsis, la Aspidistra, la Hiedra, el Taxus, el philodendron, la monstera deliciosa, con sus hojas grandes y llamativas, entre otros. Puede ayudarlas con luz artificial de tubos fluorescentes que no emiten radiaciones infrarrojas. La violeta africana gusta de esta luz por la noche, pruebe y la ayudará con la floración.

2 La temperatura

La mayor parte de las plantas de interior son originarias de climas cálidos y húmedos, vulnerables a los cambios bruscos de temperatura y al frío. Por eso preste atención especialmente en invierno y siga los siguientes consejos:

- Tenga las plantas lejos de calefactores y de aires acondicionados.

- Recuerde que los cambios térmicos son muy comunes en invierno cerca de una ventana soleada.

- Durante el invierno, airee las habitaciones en los horarios de menos frío.

- Lo mejor es mantener una temperatura templada constante, entre los 18º y 22ºC.

- Puede ser que durante el invierno, algunas especies no soporten el frío en un balcón con orientación sur, por ejemplo. En ese caso, póngalas a resguardo.

3 La humedad

Las plantas de interior necesitan cierto grado de humedad ambiental para crecer. La cocina suele ser un lugar húmedo donde las plantas se sienten a gusto si tienen buena luz. Aquí algunas sugerencias:

Una idea práctica y aromática es colocar junto a la ventana de una cocina muy luminosa, o con sol, una hilera de plantas culinarias en maceta: perejil, mejorana, albahaca, perifollo, etcétera En ambientes muy calefaccionados, la atmósfera se vuelve más seca. Para conseguir una humedad localizada coloque la maceta dentro de un recipiente lleno de turba mojada, o si prefiere, sobre una bandeja repleta de grava húmeda.

Otra alternativa es rociar, cada tanto, el follaje con agua destilada (el agua potable puede dejar manchas debido a la cal) y a temperatura ambiente.

Algunos prefieren el riego por raíz, es decir, a través de un platillo con agua colocado debajo de la maceta. Pero cuidado con los estancamientos, puede suceder que la planta se humedezca demasiado y las raíces se pudran.

Un indicio de exceso de humedad es el color amarillento de las hojas que caen antes de madurar. También lo es la flaccidez del follaje.

4 El aire

La renovación del aire es saludable para todo ser viviente, así como también la exposición a corrientes suele ser perjudicial. ¿Usted desea saber qué lugares son los más aptos para respetar el hábitat natural de las plantas? Aquí se lo decimos:

Escoja para sus plantas de interior lugares protegidos del viento. No se recomienda cerca de una puerta o en un pasillo expuesto a las corrientes de aire. En situaciones ventosas, utilice macetas bajas con plantas de crecimiento horizontal más que vertical como pueden ser la hiedra y el kalanchoe. Una solución para balcones o patios ventosos es fabricar una barrera con tejido media sombra bien tirante, triallage (cerco de varillas entrecruzadas) de PVC o bastidores, de esta forma el viento se desvía y se transforma en brisa.

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