Esta forma de criar a los hijos, actualmente muy en boga, en
el fondo, apunta a lo que es natural para los padres.
Hablar de cuidados y apoyo a nuestros hijos, y hacerlo de
una manera natural; lleva implícita la noción de “crianza natural;
entendiéndose esta como la satisfacción de las necesidades básicas de los
hijos, donde se consideran aspectos del cuidado, en relación a la salud,
escolaridad, recreación, nutrición, entre otros; además de la esfera
psicológica, que pone el acento en la importancia de los vínculosemocionales y afectivos para un normal desarrollo de la infancia.
Vínculo de apego natural
Un aforismo dice que “en la vejez, los pasos son lentos
porque el anciano carga con un niño y un joven en su propia historia”, lo que
deja en evidencia que los primeros años de vida serán determinantes en la
etapa adulta. Según un informe publicado en el 2000 por el Comité sobre la
Integración de la Ciencia del Desarrollo de la Primera Infancia, el vínculo
de apego será fundamental para el desarrollo infantil, afectando la manera en
que el niño se desarrolla mental, física, intelectual, emocional y socialmente,
señalando que el vínculo de apego, se basa en el proceso de la calidad de esa
relación, comunicación e intercambio emocional verbal y no verbal,
transformándose en verdadera fuente de seguridad física y emocional para toda la vida.
Sugerencias para el manejo de situaciones con los hijos
• Valide los sentimientos de sus hijos y no intente
anularlos sin antes haber conversado, empatizando con lo que está
sintiendo, haciendo preguntas en relación a lo que piensan y sienten, buscando
soluciones. Dé el ejemplo de cómo manejar los sentimientos. Hable sobre cómo
está manejando usted sus propios sentimientos (intercambio emocional).
• El miedo es otra emoción muy común, principalmente en
etapas tempranas. A través de conversaciones, juegos, dinámicas y el
desarrollo de historias sobre la base de la emoción del miedo u otra, con-
seguiremos exteriorizar y controlar dicha emoción, evitando el desequilibrio y
afectación en la vida diaria.
• Siempre será saludable, ayudar a los niños a sentirse
seguros con sus emociones y comportamientos, y fomentar resiliencia.
Mantenga rutinas saludables. Las rutinas predecibles, pero flexibles, siempre
son beneficiosas para los niños. Al organizar el día junto a los hijos, siempre
es positivo saber lo que se realizará durante su transcurso. Esos horarios
deben establecerse en términos generales y flexibles, dividiendo en bloques las
actividades, incluyendo tiempos de descanso y comidas. Por ejemplo: rutinas para levantarse, vestirse, desayunar y jugar activamente un rato en la mañana,
seguidas de juegos más tranquilos, almuerzo, ejercicio y socialización,
para la transición a la hora del trabajo escolar.
Consejos a la hora de ir a dormir
Una conducta muy frecuente en la mayoría de los niños, es no
respetar la hora de irse a dormir y no precisamente asociada a un período
de estrés o cambio horario. Una medida eficaz es mantener rutinas como, por
ejemplo, el cepillarse los dientes, la lectura de un cuento o libro, tener su
propia cama y espacio, disponer de una foto de la familia junto a la cama
con la idea de prolongar esa sensación de compañía. En familias donde hay niños
de diferentes edades, se pueden establecer horarios diferenciados, siempre
dentro de un rango razonable, para no generar desajuste en el ciclo del sueño-vigilia y apagar dispositivos móviles, media hora antes de ir a la cama.