El tiempo que permanecemos sentados y trasladándonos en los
viajes puede ocasionar ciertas molestias.
Mareo y náuseas
En el transcurso de un viaje, usted puede desarrollar
molestias estomacales por comer ciertos alimentos a los que no está
acostumbrado. Si siente náuseas, pruebe estas dos simples sugerencias. Un
posible remedio es verter algunas gotas de aceite esencial de jengibre o de
menta sobre un pañuelo de papel o de tela e inhalar repetidamente; una
alternativa es frotar unas gotas de algunos de esos dos aceites en la parte
baja del abdomen con movimientos circulares en sentido horario.
La deshidratación es un problema recurrente en los viajes en
avión debido a los bajos niveles de oxígeno, por lo que se recomienda beber
mucha agua y evitar el consumo de alcohol y cafeína.
Para ayudar a calmar nervios o aliviar los síntomas de
las náuseas ocasionadas por el movimiento, presione el punto de acupuntura
Pericardio 6, ubicado en la parte interna del brazo aproximadamente a unos
tres centímetros del pliegue de la muñeca. Mantenga la presión sobre este punto
entre los tendones de la parte central del brazo el tiempo que sea necesario.
Trombosis venosa profunda
Este problema, que consiste en coágulos de sangre que se
depositan en las venas de las piernas, se produce por deficiencias en la
circulación de la sangre que retorna al corazón. Claro que existen otros
factores de riesgo que contribuyen, como la obesidad y el cigarrillo, pero al
viajar largas distancias, la presión de la cabina restringe el retorno de
sangre y linfa al corazón a través del sistema circulatorio y linfático.
Para favorecer una mejor circulación en las piernas, practique esta simple
rutina de cuatro pasos. Los músculos de las pantorrillas actúan como un sistema
de bombeo para la parte inferior de la pierna, y la contracción de estos
músculos ayuda a estimular la circulación en el área. Los movimientos y la
elongación también ayudan; asegúrese de ponerse de pie frecuentemente y caminar
a lo largo del transporte.
1. Inclínese hacia adelante y sujete los músculos de las
pantorrillas con ambas manos, luego aplique un masaje lento con movimientos de
frotación ascendentes y descendentes sobre los músculos. Use también la punta
de los dedos y realice un masaje suave con movimientos circulares lentos.
2.Párese en una posición cómoda, con los pies bien apoyados
sobre el piso. Lentamente, inclínese hacia adelante de modo que quede parado
en puntas de pie. Mantenga esta posición durante unos segundos. Este
ejercicio lo ayudará a elongar los músculos frontales de la pierna.
3. Lentamente descienda e inclínese hacia atrás hasta
quedar apoyado sobre los talones. Concéntrese en elongar la parte posterior
de las pantorrillas a medida que lo hace. Mantenga la posición por diez
segundos, luego repita la maniobra e inclínese hacia adelante y hacia atrás
diez veces. Esto ayudará a mejorar la circulación en la parte inferior de las
piernas.
4. Para completar la secuencia, párese en una pierna y
luego sacuda la otra en el aire. Comience por el pie, sacúdalo lentamente y
muévalo en círculos. Luego sacuda la parte inferior de la pierna y, por
último, avance hasta la parte superior del muslo y también agite esta área.
Realice tres veces la secuencia de movimientos. Repita luego con la otra
pierna.
PIES CANSADOS
• Caminar mucho es muy común cuando estamos de viaje y
esto puede favorecer la aparición de ampollas y causar dolor en los pies.
• Para calmar ampollas, combine unas gotas de aceite
esencial de caléndula con unas gotas de aceite esencial de lavanda o árbol de
té, agregue tres cucharadas de aceite base y luego frote suavemente la
preparación cerca del área afectada.
• Para pies doloridos, pruebe aplicar un masaje en todo
el pie con unas gotas de aceites esenciales de manzanilla dulce, lavanda y
mejorana dulce mezclados con tres cucharadas de aceite base.