Si nos descuidamos, las hormigas pueden reproducirse con
mucha rapidez e invadir el hogar.
El verano es la típica estación en la que nos podemos llevar
una desagradable sorpresa al encontrar nuestra casa invadida por las
hormigas. Por ello podemos seguir unos consejos para evitar que entren en
el hogar.
Debemos procurar que no se formen plagas, por lo que
debemos actuar antes de que se produzcan.
Las principales causas de que las hormigas entren en casa
son sobre todo los restos de comida y la humedad de la cocina. Por ello lo
mejor es no dejar ningún resto de comida y tapar los alimentos que estén al
aire libre.
Cuando vayamos a limpiar nuestro hogar debemos utilizar
vinagre mezclado en agua, así como poner bicarbonato sódico en las
esquinas y otros lugares como las ventanas y los marcos de las puertas.
También debemos encontrar el nido que estará en una grieta, para ello
seguiremos la fila formada por las hormigas. Una vez localizado el nido
taparemos la grieta, aunque previamente podemos echar amoníaco en el interior y
alrededores. Para prevenir que aniden debemos evitar las humedades en cocinas y
baños y utilizar silicona o masilla para sellar los huecos.
Y además…
Existen otros trucos más allá del clásico insecticida, el
cual sólo las eliminará en el momento y no a largo plazo. Podemos utilizar
insecticidas más efectivos como los cebos y los productos líquidos.
Las hormigas odian el olor a hierbabuena y menta, así
que podemos plantarlas en maceteros y colocarlos en las entradas del hogar,
sobre todo si estas dan a un jardín o zona exterior. Otros olores que las
hormigas no soportan son la pimienta roja y la canela, por lo que podemos
esparcirlos por la casa.
También, y siempre con precaución por su toxicidad, podemos
mezclar ácido bórico con azúcar, harina y agua. Haremos unas bolitas con la
masa y las pondremos cerca del nido de hormigas, con cuidado de que los niños y
las mascotas no tengan acceso.