Está demostrado: la crianza con apego genera personas más
seguras, a quienes les va mejor en la vida.
Fuente: Salud a Diario
“Yo lo puedo hacer solo, pero si algo malo sucede mamá/papá/
cuidador me ayudará”. Que sensación más grata de seguridad inspira la frase
recién señalada. En especial, si esta seguridad ha sido cultivada desde la
niñez, como sostiene John Bowlby en su teoría del apego, teoría aún vigente
y que se torna relevante al momento de explicar las diferencias individuales en
nuestra manera de pensar, sentir, comportarnos y establecer relaciones
interpersonales.
La regulación emocional y la seguridad como base del
actuar se establecen en la infancia. Ambas se basan en una crianza
respetuosa y en establecer límites no arbitrarios. Si bien es cierto que no se
ha podido establecer que los estilos de apego infantil sean idénticos a los
estilos de apego adulto, la evidencia ha podido demostrar que los estilos de
apego temprano pueden ayudar a predecir patrones comportamentales en la
adultez. En la teoría del apego se hace hincapié en la regulación
emocional y sensación de seguridad que se inicia tempranamente con nuestros
cuidadores, y que se hace extensiva a nuestros amigos, parejas, hijos y
familiares, y permite lograr conexiones interpersonales mayormente sanas. Los
niños que establecen vínculos de apego seguro sienten que son vistos,
escuchados y amados; por lo tanto, al ir creciendo con ese concepto de vida, se
convertirán en adultos con una autopercepción sana, que pueden establecer
relaciones seguras. La idea es ir construyendo vínculos de apego basados
en una crianza respetuosa, como única fuente de una autoestima sana.
La naturaleza respetando el desarrollo de tus hijos
Enfocarnos en el desarrollo de los vínculos de apego en
la infancia, junto con el cuidado de la salud mental y física de nuestras niñas
y niños, es de gran importancia dentro del desarrollo humano. Por eso, para
ir acompañando aquellos procesos que son propios de la evolución del desarrollo
de nuestros hijos, la naturaleza, “que es muy sabia”, entrega recursos que
podemos aprovechar, convirtiéndose en una solución saludable y natural a la
hora de que padres o cuidadores quieran o necesiten manejar esos estados o
síntomas que aquejan a sus niños. Nos referimos a los cólicos del lactante o,
ya en la etapa infantil, la irritabilidad, la inquietud y los problemas para
que se queden dormidos o, bien en ese proceso transitorio, pero tan molesto y
doloroso, como es la salida de los primeros dientes. Todos sabemos que la etapa
infantil es aquella que debe estar cargada de acción, exploración y creatividad.
El día trae muchas y variadas actividades, por lo que establecer hábitos o límites saludables o hacer que se desarrollen en un ambiente donde la enseñanza
sea algo entretenido y llamativo, no siempre se puede lograr con tanta
facilidad. Es por eso que, considerando todas aquellas variables del día a día,
si nuestros hijos están con algo de ansiedad, inquietud o nerviosismo, cambios
de ánimo, incluso porque algo lo pueden estar percibiendo como amenazante, y
reaccionan con cierto temor; los podemos ayudar con Avena sativa, que es parte
de formulaciones farmacéuticas que están indicadas para el manejo de estrés,
agotamiento y cansancio. Podemos recurrir a Ignatia, que es útil para
equilibrar estados emocionales, en casos de propensión al llanto o mal humor. También
sabemos que el establecer horarios y hábitos para motivar el buen dormir de
nuestros hijos, en ocasiones, se transforma en toda una hazaña. Por eso
damos a conocer las propiedades encontradas en Matricaria recutita, más
conocida como manzanilla o chamomilla. Esta última denominación, de seguro
resulta más familiar, porque es parte de nuestra cultura cotidiana, por su uso
frecuente y tradicional en nuestros hogares. Hoy se pueden encontrar
formulaciones farmacéuticas, sobre la base de la evidencia encontrada, en
referencia a sus propiedades, suficientes para manejar cuadros de inquietud y nerviosismo, siendo útil a la vez por sus efectos tranquilizantes y
calmantes. De la misma manera, es útil en casos de excitación e irritabilidad,
donde disminuye la inquietud y la agitación, para lograr que los más pequeños
de la casa transiten desde un día lleno de actividades y movimiento hacia un
estado de mayor relajación y puedan dormir plácidamente.