El primer cumpleaños del bebé suele marcar un hito importante. Sepa
qué esperar de su hijo a esa edad.
Son muchas las nuevas habilidades que irán diferenciando esta
etapa de la anterior y, sin dudas, la posibilidad de caminar es uno de los
mayores logros. El bebé ya no será aquel que se quedaba quieto en su sillita
o en su cuna; ahora puede moverse, alejarse, explorar y deambular por el mundo a
su antojo.
A partir del primer año, la maduración y el desarrollo de los niños y las niñas siguen siendo muy intensos en diferentes áreas. Es una
etapa en la que experimentan muchos cambios físicos, visibles y no visibles.
Los más importantes se producen en el desarrollo y la maduración cerebral, lo
que le permite al niño un mayor control de sus movimientos y una
coordinación creciente de la información que le llega por los sentidos.
Es también una etapa de grandes avances en su capacidad de
entender y aprender, así como de experimentar y expresar emociones.
Muestran un creciente interés por experimentar y amplían sus habilidades para
hacerlo. Aumenta su habilidad para solucionar problemas. Progresa su
capacidad para comunicarse, incluso por medio del lenguaje. Se desarrollan
la simbolización y la imaginación; comienza el juego imaginativo. Adquieren un sentido
cada vez más claro de sí mismos como personas independientes, al mismo
tiempo que una percepción más definida del otro.
Viven en forma simultánea un doble proceso. Por un
lado, toman distancia de los adultos, mientras, por otro, se acrecienta su
identificación con ellos. Así, se van reconociendo a sí mismos como individuos
al tiempo que buscan en los adultos modelos de los cuales aprender. Se
fortalece da a poco su capacidad de tomar contacto con sus deseos, impulsos y
emociones, así como la tolerancia a las frustraciones.
¿Qué esperamos ahora de los bebés de un año?
A medida que el bebé se va transformando en niño o niña, los
objetivos de la crianza evolucionan. ¿Qué es lo que más nos interesa en esta
etapa?
- Que fortalezca los vínculos familiares y empiece a establecer
vínculos con otras personas.
- Que se muestre motivado a aprender, que se incrementen su
curiosidad y su creatividad.
- Que desarrolle la habilidad para resolver problemas.
- Que empiece a diferenciar lo que está «bien» de lo que está
«mal».
- Que se sienta bien consigo mismo.
¡A caminar solo!
En esta etapa el niño pasa de la dependencia absoluta a la
posibilidad de aumentar su autonomía. Alrededor del año dará sus primeros pasos
solo. Caminar significa que su desarrollo avanza. Al mismo tiempo,
caminar le estimula el desarrollo de muchas habilidades y capacidades. La
marcha le permite no solo acceder por sus propios medios a lo que le interesa,
sino también experimentar la libertad de valerse por sí mismo. Nuestra
función consiste en celebrar sus logros y ofrecerle oportunidades de practicar.
Debemos darle la seguridad necesaria para que se anime a largarse solo o sola,
y después dejarlo hacer su experiencia. Esa es la única manera de que sea
autónomo, aprenda y se fortalezca tanto en el andar como en todos los otros
aprendizajes que vendrán después. Además, en esa etapa ya es capaz de
entender que existimos aunque no nos esté viendo, lo que le permite
separarse de nosotros con más tranquilidad.
Aprendizaje por imitación en los bebés
Cuando le pasa algo nuevo o desconocido, el niño o la niña observa
la reacción de aquellos en quienes confía ciegamente y así aprende si debe
asustarse o no, enojarse o no, alegrarse o no. Nuestras reacciones y expresiones emocionales son potentes mensajes para el pequeño que está
descubriendo el mundo. Por ejemplo, si se cae y nos asustamos, recibirá el
mensaje de que caerse es muy peligroso. Si, por el contrario, reaccionamos
enseñándole a recuperar el equilibrio y la seguridad, aprenderá que puede
solucionar los inconvenientes que se le presenten.