Si no está familiarizado con el uso de este básico de la
cocina, a continuación, encontrará consejos para aprender a utilizarlo y
optimizar su sabor.
Cómo pelar ajos
Pelar una gran cantidad de ajos puede ser algo tedioso.
Si desea pelar ajos para rebanarlos o picarlos, primero golpee el diente
con la parte plana de un cuchillo grande. Esto deformará y romperá la piel, y
la hará más fácil de quitar. Si desea los dientes enteros, use un artefacto comercial
que consiste en un pequeño tubo flexible de plástico; meta dentro los dientes
con piel y ruede el tubo sobre una superficie de trabajo durante unos
segundos. Cuando vacíe el contenido, los dientes deberán estar separados de la
piel.
Cómo incorporar ajo en la cocina
El ajo complementa casi cualquier plato, y va bien con la
mayoría de las hierbas y especias culinarias. Es un ingrediente básico en
muchas cocinas, en especial la asiática, la mexicana, la mediterránea, la de
Oriente Medio y la caribeña. Aunque no le guste el sabor del ajo, una
pequeña cantidad mejora el sabor de los platos.
Hay ajos de piel blanca, rosada y morada y de distintos
tamaños. Elija bulbos firmes, sin brotes y dentro de su cáscara. Los
dientes pelados deben ser color crema, no grises o amarillos. Retire cualquier
zona decolorada antes de usarlos, pues éstas le dan un sabor desagradable a los
platos.
Cuando se pelan, rebanan o pican, las enzimas dentro del
diente de ajo reaccionan al exponerse al aire produciendo un olor fuerte,
persistente y azufrado. El sabor del ajo es igualmente fuerte y acre, y da la impresión
de calor en el paladar. Mientras más fino se pique o machaque, más fuerte se
vuelve el olor.
Cómo cocinar el ajo
Si se cocina adecuadamente, el sabor es tenue y dulce.
Pruebe hornear una cabeza entera envuelta con papel aluminio, y luego exprima
el contenido de los dientes. Esta pasta suave y cremosa es deliciosa untada
en pan o carnes cocidas, o mezclada con vegetales hechos puré, como la papa.
Tenga cuidado al cocinar el ajo; si lo hace a fuego muy alto, se quemará,
amargará y tendrá mal sabor. Incluso una mínima cantidad de ajo quemado puede
echar a perder un plato completo.
El ajo se usa crudo en la salsa alioli (mayonesa francesa
con ajo) y en la tapenade (pasta de aceitunas negras). El ajo
machacado mezclado con manteca es delicioso y una sencilla salsa para
carnes cocidas; también puede untarlo en rebanadas de pan, envolverlo en papel
aluminio y meterlo al horno a temperatura media por 10 minutos. Inserte
rebanadas finas de ajo en las uniones de la carne de cordero o de cerdo, o meta
algunos dientes de ajo en la cavidad de un pollo antes de asarlo.
Hay varias formas procesadas de ajo disponibles en el
mercado, incluyendo pastas de ajo machacado, hojuelas deshidratadas, polvos y
gránulos. Si usa una pasta de ajo comercial en una receta, quizá deba hacer
ajustes por el sabor de la sal y el vinagre, que a menudo se añaden como
conservadores. El ajo también se usa en varias mezclas comerciales de especias,
como sal con hierbas, sal de ajo y sazonador para pizzas.
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Excelente trabajo de información alimentación