El hígado y la vesícula son vitales para el proceso
digestivo y de desintoxicación. Cuídelos para que ellos puedan cuidar de usted.
Cardo mariano (Silybum marianum)
Protección y reparación del hígado
Las semillas del cardo mariano contienen un grupo de compuestos
antioxidantes a los que se conoce como silimarín. Algunos estudios muestran
cómo el silimarín ayuda a proteger las células hepáticas, y a reparar o
reemplazar las que ya están dañadas. Bajo supervisión profesional, el cardo
mariano y el silimarín ayudan a controlar una amplia gama de problemas hepáticos
graves, incluyendo la cirrosis causada por el alcohol o por otros detonantes, y
algunas formas de hepatitis.
El cardo mariano también sirve para prevenir o tratar los
efectos del exceso de alcohol y alimentos grasosos, daño hepático por
exposición a tóxicos, cefaleas y problemas en la piel asociados a una mala función
del hígado.
DOSIS
Busque tabletas o cápsulas estandarizadas con un
contenido de silimarín (a veces llamado flavolignanos o silybin), y siga las
instrucciones del fabricante.
Magnolia china (Schisandra chinensis)
Refuerzo para el hígado
Aunque hay menos evidencia científica que apoye su uso, la
magnolia china o schisandra podría tener propiedades protectoras del
hígado similares a las del cardo mariano. Estudios de laboratorio han
demostrado varios efectos antioxidantes y sugieren que también tiene la capacidad
de prevenir el daño celular causado por sustancias nocivas, y reducir
algunos de los síntomas relacionados con la enfermedad hepática.
DOSIS
Tome el equivalente de 500 a 1500 mg del fruto seco 3 veces
al día, en presentación de tabletas o tintura.
Raíz de diente de león (Taraxacum officinale)
Tónico hepático tradicional
La raíz de diente de león, una hierba amarga,
estimula la función gastrointestinal y se ha usado en afecciones digestivas
leves, sobre todo para insuficiencia hepática, la indigestión y el
estreñimiento ligero. Una infusión de la raíz tostada es una alternativa popular
al café, y un modo agradable de estimular la digestión antes o después de
una comida pesada.
DOSIS
Remoje de 1/2 a 2 cucharaditas (2 a 8 g) de raíz de
diente de león seca o tostada en agua hirviendo; beba 3 tazas al día. Si
usa la raíz tostada, añada leche de vaca o leche de soja a gusto, pero evite
los endulzantes, ya que pueden disminuir la efectividad de la hierba. También
hay tabletas, cápsulas y tintura.
Cúrcuma (Curcuma longa)
Estimula la función vesicular
Entre otras acciones medicinales, la cúrcuma ayuda a
estimular la secreción de bilis y ayuda a evitar el desarrollo de piedras vesiculares.
Sus efectos en el hígado y la vesícula también pueden ser responsables de
la capacidad de la hierba para disminuir el nivel de colesterol.
DOSIS
Mezcle 1/2 cucharadita de cúrcuma molida con agua fría y
bébala de 2 a 3 veces al día, hasta por un máximo de 4 semanas. También puede
tomar cápsulas de cúrcuma estandarizadas.
Precauciones
• Si sufre de daño hepático o vesicular (incluyendo piedras),
no intente curarse usted mismo con estas u otras medicinas herbales. Busque ayuda
médica profesional.
• A veces se experimentan síntomas gastrointestinales
leves, como náuseas, diarrea y flatulencia, al ingerir estos remedios. Si
observa cualquier molestia, suspenda su uso.
• No use cardo mariano o raíz de diente de león si es
alérgico a miembros de la familia de las asteráceas (como margaritas,
crisantemos y equinácea).
• Si tiene úlcera gástrica o duodenal, o está tomando
medicamentos para adelgazar la sangre, no use dosis de cúrcuma mayores a las
que emplea para cocinar.