Si
bien el médico se encargará de decirle si le hacen falta o no remedios, estos
son algunos factores para tener en cuenta.
¿Quién necesita medicinas para la diabetes?
El médico puede tratar de reducir el azúcar en la sangre
mejorando su alimentación y agregando ejercicio regular, pero el porcentaje
de personas que pueden prescindir de los medicamentos comiendo mejor y haciendo
ejercicio, es bajo. Si el azúcar en la sangre está peligrosamente alta, el
médico puede iniciar con medicamentos y luego trabajar con usted para reducir
los niveles de azúcar en la sangre mediante cambios en su estilo de vida;
más adelante, si los niveles mejoran, el médico puede reducir o eliminar los
medicamentos. También le pueden recetar medicamentos desde el principio si
usted no tiene sobrepeso, o si está comiendo bien y hace ejercicio regularmente.
Incluso si usted no pertenece a ninguna de estas categorías, cada vez es más
común que los médicos receten desde el principio un medicamento oral, como
la metformina. (Según cálculos, la mayoría de la gente tenía diabetes al
menos cinco años antes de que se la diagnosticaran, así que esto tiene
sentido). Aunque no empiecen con los medicamentos desde el principio,
eventualmente muchas personas requieren un tratamiento con ellos. Mientras
más tiempo tenga con la diabetes, más difícil será controlarla mediante dieta y
ejercicio.
¿Cuándo me indicarán insulina?
A veces tiene sentido empezar a usar la insulina de
inmediato. Esto puede ocurrir si usted presenta niveles de azúcar
extremadamente altos en el momento del diagnóstico, un daño grave en el
hígado o los riñones, o una mayor necesidad de insulina debido al estrés o una
enfermedad. Aun así, la mayoría de las personas empieza con uno o dos
medicamentos orales. Si la dieta, el ejercicio y las pastillas no hacen
efecto, el médico puede decidir que es momento de empezar con la insulina.
¿Cómo decide el médico qué medicamentos necesito?
Hay varios tipos de medicamentos para la diabetes
disponibles, y el médico puede usarlos solos o combinados, dependiendo de
qué tipo de ayuda necesita su organismo para controlar el azúcar en la sangre.
Algunos medicamentos trabajan en el páncreas para ayudar al organismo a
producir más insulina; otros reducen la cantidad de azúcar almacenada que
libera el hígado; otros disminuyen la resistencia de las células a la
insulina; otros ayudan al organismo a liberar una ráfaga de insulina cuando
usted come; y otros más reducen la velocidad a la que llegan los carbohidratos
al torrente sanguíneo después de una comida. Ciertos medicamentos, llamados
sulfonilureas, pueden provocar aumento de peso, así que el médico puede evitar
recetarlos si usted tiene sobrepeso. El médico también puede evaluar la
función renal; los medicamentos que el cuerpo elimina mediante los riñones,
como la metformina, pueden no ser una buena opción si usted tiene daño renal.
¿Por qué el médico cambia mi dosis o medicamento?
Como la diabetes es una enfermedad progresiva, con el
tiempo la mayoría de los medicamentos incluyendo la insulina, se vuelven menos
efectivos. El médico puede aumentar los niveles de su medicamento, si nota
que se está volviendo menos efectivo. O puede cambiar todo el régimen si
usted no ve resultados con el que lleva.
¿Cuáles son los efectos secundarios y riesgos de los medicamentos?
Los medicamentos para la diabetes son seguros y funcionan
bien, pero tienen efectos secundarios potenciales, como cualquiera.
Hable sobre cada uno con el médico. Cualquier medicamento puede interactuar con
otras medicinas, y algunas pastillas para la diabetes no se deben mezclar con
alcohol. Los efectos secundarios comunes son hipoglucemia, malestar
estomacal, reacciones en la piel, inflamación y aumento de peso. Con el
tiempo, ciertos medicamentos pueden dañar el hígado. En 2007, la FDA añadió un
“recuadro de advertencia”, la más severa fue en rosiglitazona (Avandia), porque
podría aumentar el riesgo de una falla cardiaca congestiva.