De consumo extendido desde hace años, los edulcorantes no
calóricos siguen en el centro del debate a causa de sus efectos.
Fuente: Salud a Diario
Los edulcorantes no calóricos (ENC), son aditivos
alimentarios que reemplazan el sabor dulce sin aportar calorías. Se clasifican
en ENC naturales (estevia, fruto del monje, taumatina) o ENC artificiales
(sacarina, ciclamato, aspartamo, acesulfamo de potasio, sucralosa), todos
ellos están aprobados para su consumo por organismos internacionales como Codex
Alimentarius, FDA y EFSA. Se utilizan principalmente en los alimentos porque
pueden proporcionar un sabor dulce deseado con poco o ningún aporte de
energía. Tanto la población general como las personas con diabetes utilizan
ENC como un reemplazo de edulcorantes calóricos (azúcar, miel, jarabe de maíz
alto en fructosa o JMAF, otros) para controlar su ingesta de carbohidratos y
energía. Los productos endulzados con ENC están ampliamente disponibles en
el mercado: las bebidas dietéticas, los yogures dietéticos, los postres y los
chicles son los productos más comunes que contienen edulcorantes no nutritivos.
Además, recientes investigaciones científicas muestran que en pacientes con
obesidad su uso puede dar una mejor adherencia al tratamiento en pacientes que
requieren controlar el peso.
Los edulcorantes no calóricos y la diabetes
Se supone que el uso de los ENC como parte de la terapia
nutricional, al reemplazar el consumo de azúcar, representa una intervención
simple y barata que podría ayudar a disminuir la necesidad de fármacos antidiabéticos, insulina o ambos, retrasando así las posibles complicaciones. Dado
que la diabetes es un importante problema de salud pública en todo el mundo,
una intervención de este tipo podría tener enormes beneficios para los sistemas
de salud en términos de reducción de la carga y los costos. Sin embargo,
existe poca información sobre las consecuencias para la salud, en especial del
efecto sobre la hemoglobina glicosilada (HbA1c) y el peso corporal, del consumo
habitual de ENC con diabetes, pese a que su consumo lleva más de 100 años, como
es el caso de la sacarina. También se ha discutido el efecto del consumo de ENC
sobre glucosa e insulina: un reciente estudio (metaanálisis), mostró que el
consumo de ENC no tiene efectos sobre la glicemia y la insulina posterior al consumo
e incluso, en personas diabéticas, podría tener un leve efecto beneficioso,
descartando el efecto negativo del consumo de ENC en glucosa e insulina, que
tanto se comenta en la actualidad, en especial en personas con diabetes, y que
lleva a profesionales de salud a no recomendar el consumo de ENC en personas
que sufren de este mal.
Los efectos de los educlcorantes en la microbiota intestinal
Por otra parte, también se ha discutido el papel de los
ENC en la microbiota intestinal. Una alteración de la microbiota, puede tener
efectos negativos en la salud de las personas y, en especial, en personas
con diabetes, aunque los datos son controvertidos, porque un primer estudio
realizado con altas dosis de sacarina mostró un efecto negativo en la microbiota,
sumado a que otros estudios han mostrado también efectos en microbiota que han
utilizado sucralosa y estevia. Sin embargo, nuevos descubrimientos revelan
resultados contrarios: un estudio publicado este año sobre el efecto del
consumo de sacarina con una población cuatro veces mayor a los previos, no
mostró un efecto negativo ni en la microbiota ni en la glicemia. Por otra
parte, se ha debatido si la sucralosa podría o no afectar la microbiota, porque
existen estudios que han mostrado que no se metaboliza. Es decir, que las
bacterias del intestino no pueden utilizarla para obtener energía, así que el
debate sigue abierto. Lo que sabemos hasta ahora es que una persona con
diabetes puede utilizar sin riesgo para la salud los ENC y aunque, al parecer,
no tengan un efecto en disminuir la hemoglobina glicosilada o el peso corporal
pueden ayudar a tener una mejor adherencia a la dieta (hipocalórica, si se
quiere bajar de peso). Además, es importante mencionar, que en caso de utilizar
suplementos nutricionales (proteínas u otros), que tengan sabor dulce, ellos
deben contener ENC y no azúcar o derivados que podrían incrementar los valores
de glucosa. Finalmente, el consumo de ENC debe ocurrir dentro de una dieta
variada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y leguminosas, que
ayuden a tener un buen control de la glicemia y el peso corporal. •