Las caídas, una de las causas de muerte prematura y
lesiones, pueden evitarse con medicina natural.
Entre sus frases célebres, William Shakespeare
expresó: “Algunas caídas son el medio para levantarse a situaciones más
felices”. Un concepto muy inspirador en el contexto de la psicología positiva,
pero difícilmente comprensible cuando se sufre una caída, en el momento de
estar disfrutando un paseo por el parque, saltando, jugando o haciendo deporte.
Sobre todo por los riesgos que esta puede involucrar a corto, mediano y largo
plazo y que, en lo inmediato, nos deja inhabilitados, y seguramente sufriendo
un dolor agudo. Las caídas representan un importante problema de salud
pública, debido a su alta frecuencia, morbimortalidad, discapacidad y costos
asociados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define “caídas” como “acontecimientos
involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo en tierra u
otra superficie firme que lo detenga”. En Chile, las caídas corresponden al
número 15 entre las causas específicas de muerte prematura y años vividos con
discapacidad. En los tiempos que corren, aparte del riesgo habitual promedio de
caídas, es para todos sabido que junto a la llegada de la primavera, y sumado
al fin de las restricciones por confinamiento debido a la pandemia de COVID-19,
las actividades físicas -y sobre todo al aire libre- se han retomado con
mayor intensidad; lo que sin duda trae consigo muchos beneficios para la salud muscular y articular; pero que requiere el ser cuidadosos, ya que los
expertos señalan que debido a la misma falta de práctica, nos ponemos en una
situación de mayor riesgo y propensión a sufrir lesiones físicas.
Lesiones según la estación
Respecto de la primavera/verano, los especialistas
comentan que “las lesiones más habituales en esta época son los esguinces del
tobillo, cuando se hace trote o caminatas; las contusiones en extremidades por
caídas y, con menos frecuencia, fracturas o esguinces graves que se
producen por deportes de mayor energía, como andar en bicicleta”.
Medicina natural contra las caídas
La medicina biorreguladora se convierte en el aliado
natural e ideal en casos de traumatismos, contusiones y hematomas; su uso
regular en casos agudos y crónicos ofrece múltiples y potentes beneficios,
entre los que se destaca su efectividad (con actividad farmacológica,
similar a los llamados fármacos de síntesis) actuando en la zona afectada
por la inflamación y el dolor, pero con un perfil de seguridad mayor, puesto
que los efectos secundarios o reacciones adversas son mínimos o casi nulos,
según los antecedentes existentes a nivel científico. Árnica montana L. es
una planta utilizada por sus propiedades terapéuticas para curar traumas.
Tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias descritas por el Minsal.
Adicionalmente, existen estudios que demuestran que genera actividad en la reparación
de tejidos dañados. Su efecto antiinflamatorio y analgésico la
convierte en uno de los medicamentos naturales eficaces para este tipo de
molestias y daños, además de ser un excelente aliado para eliminar moretones
(hematomas), otorgando alivio evidente y rápida recuperación de la zona
afectada. Su administración en formulaciones farmacéuticas de microdosis,
permite una acción completa e integral sobre nuestro organismo, para la
activación de los mecanismos involucrados en la formación y renovación de
tejido, además de controlar la inflamación y el dolor. Dentro de sus
principales usos encontramos: contusiones, esguinces, postcirugías, golpes por
caídas o accidentes, hematomas, mialgias, dolores por ejercicio y por
sobreesfuerzo muscular y articular. Otro compuesto biológicamente activo es
Symphytum officinale, una cepa vegetal de origen europeo que se muestra
especialmente eficaz en el caso de fracturas o retraso en la consolidación de
los huesos. Es un medicamento biorregulador que se ingiere en microdosis,
cuya acción fundamental se manifiesta a nivel de los huesos. Posee propiedades
que le confieren actividad con efectos cicatrizantes en la lesión del hueso,
gracias a la presencia de alantoína, que parece ser la responsable de la
estimulación de la proliferación y regeneración de tejido conectivo. Útil en
fracturas de huesos, daño a nivel de cartílago y periostio acompañado de dolor,
deficiente o tardía formación del callo óseo, ayudando a su formación y debe
prescribirse idealmente, preventivamente desde el momento de la fractura. Cabe
destacar que Symphytum o. es considerado, específicamente, como un medicamento
ortopédico, pues penetra profundamente en el tejido óseo, promoviendo el soldamiento
de las fracturas.