Mujer con dolor de panza Mujer con dolor de panza

A medida que pasan los años, es cada vez más fácil tener trastornos gastrointestinales. Qué hacer para prevenirlos y sentirse bien.

A medida que el músculo liso de las paredes del tracto gastrointestinal se debilita, la acidez estomacal y la indigestión (dispepsia) se vuelven malestares frecuentes que dificultan la digestión. Estos trastornos suelen provocar dolor, náuseas, eructos o hinchazón; pueden aliviarse, o incluso curarse, ajustando la alimentación o la medicación. Comer en exceso o muy rápido, fumar, consumir ciertos alimentos o alcohol puede producir indigestión. Los síntomas varían desde dolor en la parte superior del abdomen hasta náuseas, hinchazón o eructos. La indigestión no es grave, pero consulte a su médico si:

•El dolor persiste.

•Se manifiesta en forma recurrente, el dolor se agudiza o pierde peso.

•Vomita sangre o tiene deposiciones negras.

Las causas más comunes de indigestión

Reflujo gastroesofágico, que se manifiesta cuando el anillo muscular que se encuentra en la unión del estómago y el esófago se debilita, lo que permite que los ácidos gástricos suban hacia el esófago.

Hernia hiatal, una enfermedad que afecta a un tercio de los mayores de 50, en la cual una porción del estómago sobresale dentro del tórax por un debilitamiento del diafragma.

Medicación: Los antiinflamatorios pueden irritar las paredes del estómago o del intestino delgado y hasta provocar úlcera en los casos graves. Los nitratos, indicados para dilatar los vasos sanguíneos, también relajan el esfínter esofágico, lo que aumenta las posibilidades de que se produzca reflujo. Para detectar el origen del dolor, el médico podrá indicar una endoscopía, técnica que consiste en la introducción de un tubo dentro del estómago para examinarlo, o bien una ecografía, una radiografía o una tomografía computada. 

Cómo tratar la indigestión

La indigestión puede tratarse de manera sencilla:

Evite alimentos especiados, fritos o grasos, chocolate, ajo, cebolla, alcohol y cafeína.

•No cene muy tarde o de prisa.

•Coma cantidades pequeñas varias veces al día.

Baje de peso, en caso de ser necesario.

Duerma con la cabeza más elevada que el cuerpo para prevenir el reflujo nocturno.

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