Es indudable: nuestra vida está atravesada por los
alimentos: en momentos de alegría y de tristeza comemos. Pero ¿nos ponemos a
pensar qué relación tenemos con ellos?
Además del papel de la comida como fuente de un placer
casi adictivo, esta se ha convertido en un terapeuta para muchos de
nosotros. ¿Su jefe le gritó? Coma una golosina. ¿Su viaje al trabajo fue
muy estresante? Un paquete de papas fritas sería agradable. ¿Es tarde a
la noche y se siente solo? Se merece un poco de helado. Todos pasamos
por eso. Así que, ¿a alguien le sorprende que, dadas todas las conexiones
positivas y reconfortantes que tenemos con la comida, recurramos a
ella cuando necesitamos consuelo?
La comida y las emociones
Considere todas las maneras en las que la comida está
entrelazada con nuestra vida emocional. Es el centro de casi todas las
celebraciones importantes, desde fiestas de bienvenida para un bebé hasta
cumpleaños, bodas y funerales. La mayoría de los días festivos gira en torno a
grandes banquetes. Desafortunadamente, los alimentos que elegimos
(llamados acertadamente “alimentos reconfortantes”) no favorecen en nada a nuestro
corazón y nuestra cintura.
Al final, la comida no brinda la solución a nuestros problemas
emocionales. De hecho, solemos terminar sintiéndonos culpables o débiles
cuando comemos por razones emocionales. Y esos sentimientos pueden enviarnos
directamente de regreso a la heladera.
Si usted cuenta con opciones alternativas y saludables
para los momentos de debilidad, le resultará más fácil alimentarse en forma
saludable. Liberar el estrés acumulado, hacer ejercicio y
comer bocadillos saludables lo ayudarán a lograrlo. Todo esto contribuye
a restaurar una relación más saludable y natural entre usted y los
alimentos que consume.
Cómo mantener los hábitos saludables
Una de las formas más confiables para hacer permanente el cambio
a una alimentación saludable es desarrollar un hábito de ejercicios.
El ejercicio lo ayudará a mantener su peso (o a adelgazar
si esa es su meta). Pondrá su sistema cardiovascular a trabajar y lo
ayudará a manejar el estrés. Ambas cosas mantendrán su corazón
saludable.
Todos conocemos los extraordinarios beneficios de las
dietas más saludables y beneficiosas para el corazón: mayor energía, un
cuerpo más delgado, presión arterial más baja, más capacidad cerebral y un mejor
humor, entre otros. Estos beneficios pueden lograrse en el lapso de algunas
semanas y permanecerán por siempre, además de lograr longevidad. Sí,
deberá cambiar hábitos alimenticios que pueden no ser fáciles de
modificar.