Esperar que nos pasen cosas buenas, reduce en un 9 por ciento las probabilidades de contraer enfermedades cardíacas. Descubra aquí más beneficiosos para la salud.
Esperar que le pasen cosas buenas puede hacerlo sentir más saludable e incluso longevo, afirma la psicóloga Suzanne Segerstrom, coautora de una reciente revisión de estudios sobre los beneficios del optimismo. Aquí sus conclusiones:
1) Sentirse bien ayuda cuando no está bien
“Al observar a personas que sufren afecciones similares, los investigadores pueden predecir cuáles de ellas tienen más probabilidades de vivir más: las que sienten que gozan de mejor salud. Experimentar esa sensación es muy importante —e incluso esencial— cuando uno está enfermo. Al parecer, el optimismo también protege contra el estrés. Hace 16 años que estudio a alumnos de primer año de Derecho. Es un grupo muy estresado, pero en mi estudio más reciente, cada vez que el optimismo de un alumno aumentaba un punto en una escala de cinco puntos, la respuesta de su sistema inmunitario a un virus o un hongo inyectados mejoraba en un 20 por ciento”.
2) El optimismo es una acción
“Se sabe que la ansiedad y otras emociones negativas dañan el organismo, en especial los sistemas cardiovascular e inmunitario, y tener un carácter optimista parece proteger contra esos efectos. Además, los estudios revelan que las personas que son optimistas respecto a su futuro se comportan de manera distinta. Hacen más ejercicio, es menos probable que fumen y se alimentan mejor. Y si se enferman, son más participativas en su tratamiento. Ese ha sido mi caso. Sufro dolor de espalda por la artritis, pero pienso que mi disposición para hacer lo que sea necesario me ha ayudado mucho”.
3) ¿No es feliz? No se preocupe
“La felicidad es una sensación; el optimismo es creer que algunos aspectos de tu futuro resultarán bien. La felicidad puede fluctuar mucho, pero una actitud optimista suele ser muy estable. Si usted no es optimista, puede tratar de crear un ‘registro de acontecimientos positivos’. A todos nos ocurren cosas buenas, pero los pesimistas a menudo no las notan; dedicar unos cuantos minutos todos los días a escribir por lo menos tres cosas positivas tal vez lo ayude a esperarlas con más frecuencia. O bien, en lugar de intentar ser optimista, haga lo que hacen ellos: trabaje con mucho empeño para alcanzar sus metas. Cada logro deberá facilitarle ver el siguiente con más esperanzas”.
Según el estudio que leas, los optimistas...
- Tienen un 9 por ciento menos probabilidades de contraer enfermedades cardíacas.
- Su riesgo de volver al hospital luego de algunos tipos de cirugía mayor es de 77 por ciento menor.
- Tienen una presión arterial cinco puntos más baja, en promedio.
- Son más longevos.