Como dice el refrán, mejor prevenir que curar: aprenda por
qué es fundamental hacerse los chequeos médicos anuales.
Si no se los controla, los problemas de salud pequeños e
invisibles adquieren gravedad. “Un poquito de azúcar” se convierte en diabetes propiamente dicha, la prehipertensión se convierte en hipertensión,
unas células sospechosas se transforman en cáncer. Su mejor defensa es
detectar estos y otros destructores silenciosos de la salud en etapas
tempranas, cuando es más fácil revertirlos y hasta curarlos. Es verdad que un estilo de vida saludable es la mejor forma de prevenir desastres médicos
importantes, pero hasta el cuerpo más sano puede tener problemas. Es por
eso que nuestros especialistas en medicina preventiva le dieron el puesto
número cuatro de su lista de "recetas" para una vida saludable a la práctica
de los análisis de detección recomendados. Pero muchos de nosotros evitamos
estos análisis importantes y fáciles. La falta de tiempo, el miedo a descubrir
algún problema o la idea equivocada de que no necesita hacerse análisis porque
se siente de maravilla pueden hacer que evite los análisis y se arrepienta más
tarde.
Cómo incorporar los controles médicos de rutina en su vida
Y si le falta la motivación para hacerlo, intente
implementar estas nuevas actitudes sobre los exámenes de rutina que pueden
salvarle la vida.
Ahorre tiempo: practíquese análisis cuando vea a su
médico por problemas cotidianos de salud. Si debe pedir una consulta por
un dolor de garganta, una infección nasal u otro problema de poca importancia,
pregunte si puede realizarse exámenes simples (como los que se utilizan para
medir el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre) en el mismo
momento, en lugar de pedir una consulta separada para un examen físico anual.
Hay nuevas evidencias que sugieren que los exámenes físicos anuales son
obsoletos e innecesarios. Aprovechar otras visitas para practicarse
análisis es igual de efectivo. (Naturalmente, necesitará una consulta especial
para exámenes importantes como una colonoscopía, y deberá ir a un centro de
radiología para hacerse una mamografía, un examen de densidad ósea, etc.).
¿Odia ir al médico? Vaya con su cónyuge o con un
amigo. Mejore sus probabilidades de practicarse los análisis que necesita al
visitar juntos a su médico familiar para cosas como controles de presión arterial, exámenes de colesterol y azúcar en sangre y pruebas de cáncer de
colon. También pueden ofrecerse a apoyarse mutuamente en el caso de
análisis especializados para la detección del cáncer de mama y de próstata.
Comente sus antecedentes familiares. Asegúrese de que
su médico conozca su historia familiar. Si un familiar cercano ha sufrido un
accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco, o le han diagnosticado cáncer o
diabetes, debe decírselo.
Mencione la depresión. Los médicos deben intentar
detectar la depresión, pero no siempre lo hacen. Si se siente muy triste o
desesperanzado, dígaselo a su médico. Existen tratamientos que pueden
ayudarlo.
Pregunte por las vacunas que pueda necesitar. Además
de una vacuna anual contra la gripe, debe vacunarse una vez contra el herpes
zóster si es mayor de 60 años y una vez contra la neumonía si tiene más de 65
años.
No se deje estar. No espere a que su médico le diga
que es hora de volver a controlarse el colesterol. Registre los análisis
y las vacunas, junto con la fecha, en un anotador o en el lugar donde registre
los cumpleaños y las citas.