Antojos de comida Antojos de comida

Muchas veces, ese deseo de comer un alimento se relaciona con emociones o estados de ánimo, y no con carencia de nutrientes.

Más de alguna vez, hemos escuchado “es que estoy tan depre que no paro de comer”. O bien, sentimos ese impulso irresistible de comer alimentos muy específicos, con cierta predilección por los dulces y grasas poco saludables. Y es que el azúcar hace que el cerebro segregue serotonina y eleve los niveles de dopamina, una sustancia que regula nuestro estado de ánimo; lo que entrega una inyección de energía. Así, seguramente, tendemos a comer, como una forma de contrarrestar síntomas propios del estrés, la sobrecarga de trabajo, la angustia, la tristeza y las preocupaciones; solución que podría calificarse ciertamente de positiva. Lo preocupante es que dicha solución es transitoria. Después aparecen los sentimientos de culpabilidad. Por otra parte, además de convertirse en un hábito poco saludable, debemos considerar que dicha conducta puede ser solo la punta del iceberg, enmascarando alguna perturbación en nuestro estado emocional y afectivo, perjudicando de esa manera a mediano y largo plazo la salud física y mental. Diversos estudios nos permiten confirmar lo determinante que son las causas emocionales como factores de riesgo para los trastornos de alimentación.

Reconocer las señales del cuerpo

Debemos tener presente que el acto de comer no se encuentra aislado: intervienen en él aspectos biológicos, mentales, emocionales y afectivos. Por tal razón debemos de estar atentos a las señales de nuestro cuerpo con una mirada más integral, que considere características propias de cada persona. Lamentablemente, no es raro ver personas que comen sin control, para superar situaciones de tristeza, atrapadas en pensamientos automáticos de desprotección. Lo anterior, sin contar que existen otras que han establecido una relación de estímulo-recompensa, debido a una conducta aprendida en etapas tempranas de su vida.

¿Cómo controlar los antojos a partir de la ansiedad?

Podemos optar por considerar aspectos de la siguiente pauta, orientada al manejo del autocontrol y el reconocimiento de las señales de nuestro organismo.

1. Beber un vaso de agua y esperar, para distinguir si es hambre, sed o solo antojo.

2. No saltarse las comidas.

3. Sentarse cómodamente y disfrutar lentamente las comidas principales.

4. Preferir alimentos ricos en nutrientes, vitaminas, minerales, proteínas y fibra saludable.

5. Realizar ejercicio de baja intensidad u otra actividad equivalente.

6. Descansar adecuadamente.

7. Buscar distraerse mediante juegos o actividades recreativas.

8. Buscar estrategias para manejar y autogestionar las emociones.

9. Hablar de las preocupaciones, sentimientos y pensamientos

Cómo vencer la ansiedad por la comida de manera natural

Se hace imperativo tratar las situaciones de angustia, estrés y negatividad de pensamientos para sentir que somos capaces de autogestionar nuestras emociones incluso en tiempos de crisis. Actualmente, la medicina proveniente de plantas, constituye una terapéutica válida y con gran potencial medicinal que mediante la extracción de tinturas madres, la identificación de moléculas y dinamizaciones, esta medicina consigue identificar y utilizar principios activos. Por ejemplo, Ignatia amara, cuyos activos naturales, son parte de formulaciones destinadas al manejo de estados nerviosos, logrando equilibrar estados emocionales, que se manifiestan con sentimientos de tristeza y apatía, con alternancia de cambios de ánimo, gran inquietud y prevalencia de ansiedad por reproche y sentimientos de culpa y negatividad; lo cual es una característica muy marcada en las personas que sufren de ansiedad por comer. Otra solución natural que ofrece resultados satisfactorios para el control del apetito, y que ayuda con aquellos antojos asociados a estados de ansiedad, es Antimonium crudum, componente que lo encontramos en formulaciones farmacéuticas naturales orientadas a controlar esos impulsos. Importa recordar que siempre estamos en la búsqueda de disfrutar nuestros días y sentirnos en calma, con esa sensación de seguridad que solo se consigue con el autocontrol y la gestión emocional, y con pensamientos positivos. Ese bienestar lo podemos encontrar en principios activos naturales, como Passiflora, utilizada desde tiempos milenarios. Existe suficiente evidencia científica de su utilidad para tratar nerviosismo, y es un tranquilizante que cuenta con amplia aceptación del público en general, por lo eficaz y seguro. Ayuda en el tratamiento de la ansiedad e insomnio. Pero la naturaleza nos sigue sorprendiendo con su vasta farmacopea vegetal, y nos entrega más herramientas para sentirnos libre de alteraciones nerviosas y ansiedad, como lo es también Avena sativa, que mejora niveles de concentración asociados a situaciones de estrés.

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