Es sabido que el
cerebro se desarrolla toda la vida, pero ¿sabía que es posible estimularlo en
la vida cotidiana?
1. Tenga una vida social activa
Un ambiente
estimulante es fundamental para mantener las funciones cerebrales.
Los contactos sociales permiten estar «en alerta» y garantizan la variedad de
las invitaciones. Aprovechar el tiempo libre en grupo ofrece muchas
ocasiones para aprender, pero también para dialogar y observar. Las relaciones
intergeneracionales abren nuevos horizontes y favorece los descubrimientos.
Una vida amistosa, familiar y sentimental satisfactoria contribuye también
al bienestar indispensable para el buen funcionamiento del cerebro.
2. Disfrute la vida
La motivación es
el motor del aprendizaje y del placer intelectual. Cada nueva experienciavivida crea transitoriamente un nuevo circuito de movimiento de la
información en el cerebro. Sólo puede estabilizarse y consolidarse mediante un compromiso
voluntario de su parte.
3. Haga ejercicio y coma bien
No desestime la
importancia de la actividad física y de una buena alimentación, dos claves
fundamentales para el desarrollo del cerebro.
4. Duerma bien
La falta de sueño tiene un impacto directo sobre las facultades de concentración. Una
importante cantidad de estudios apoya la hipótesis según la cual la influencia
del sueño para consolidar nuevos aprendizajes en la memoria está ligada a
la plasticidad del cerebro porque las nuevas conexiones neuronales se
refuerzan durante el sueño.
5. Aprenda siempre
Si se instruye a
lo largo de toda la vida podrá retardar la decadencia del cerebro e impedir
la aparición de enfermedades neurodegenerativas. Aproveche cada oportunidad
de memorizar o de adquirir nuevos conocimientos. En cuanto a los conocimientos
inutilizados, estos acaban por perderse. Esto es evidente con una lengua
extranjera, que se mantiene con la práctica.
Por lo general,
las tareas para resolver problemas, organizar o planificar mejoran las
funciones cerebrales. Existen numerosos programas de entrenamiento cerebral
disponibles en papel, en Internet o consolas de juegos que son muy benéficos.
6. Controle sus emociones
Se conocen desde
hace mucho tiempo los efectos nefastos del estrés sobre el aprendizaje y
la memoria. El miedo y la angustia, por ejemplo, perturban el juicio y las
habilidades de reflexión. Las tecnologías de imágenes médicas muestran que el
estrés o la depresión alteran la actividad de las neuronas y la plasticidad del
cerebro. Aprender a controlar las emociones ayuda a combatir estos efectos
desastrosos.