La inédita cuarentena que puso en vilo al mundo dejó
secuelas en todos. Aquí, algunos mecanismos para lidiar con ellas.
Por lo general, el ser humano
experimenta miedo ante la falta de control y a ser incapaz de tolerar la
incertidumbre. Esto se convierte en un factor que gatilla muchas
alteraciones nerviosas. Debido a la situación que vivimos, producto de la
pandemia por Covid-19, se optó por el aislamiento como la medida más efectiva
de control ante el contagio, lo que ha provocado en las personas la sensación
de pérdida de libertad, inquietud, ansiedad y angustia por el distanciamiento
de nuestros seres queridos, de las actividades, de la sociedad. Además, la
percepción de aburrimiento va generando fatiga física y mental, junto con
reacciones de irritabilidad. Otros cambios se observan en los ciclos biológicos,
se alteró el adecuado descanso/ sueño, la alimentación, los horarios en que
estamos realizando ciertas tareas, influyendo todo ello en nuestro organismo.
En estas condiciones las personas pueden desarrollar la sensación de desánimo o
desesperanza, sentir que el futuro es limitado y que no es seguro para
nosotros, y para nuestras familias. Entonces, resulta relevante considerar que
una medida que es efectiva para limitar la expansión del virus, también por sí
misma, puede tener consecuencias negativas para nuestra salud mental,
por lo que es imprescindible contar con los recursos para enfrentarlas. En este
sentido, la primera medida que debemos poner en marcha es limitar el acceso a
la información, y de hacerlo, debemos buscar fuentes oficiales, precisas,
claras y confiables, así como enfocarnos en aquellas noticias positivas que
impactan en nuestro estado emocional inmediata y favorablemente.
La cuarentena, predictor de estrés
La cuarentena, y su eventual
mayor duración, se menciona como el principal factor predictivo de los
síntomas de trastornos por estrés agudo en la población en general. La
evidencia disponible afirma que las personas expuestas a cuarentena,
presentan una alta prevalencia de síntomas de angustia y problemas psicológicos.
Dicha información se basa en
los colectivos que han podido ser estudiados, y de los cuales se destacan
algunas alteraciones psicológicas en común: trastornos de ansiedad, miedo
por anticipación, cambios de ánimo y estrés post traumático (con algunas
excepciones, como es el caso de duelo en caso de fallecimiento), trastornos de
conducta y adicciones en ciertos grupos de la población.
¿Por qué no reaccionamos todos de la misma manera a la cuarentena?
Cuando las personas se ven
enfrentadas a una crisis, es posible observar dos tipos de reacciones: por un
lado, pueden sacar lo mejor de sí mismas, o bien pueden presentar estrés y
otras alteraciones psicológicas. Todo dependerá de la respuesta humana
individual, y es que a menudo pensamos que somos seres únicamente reactivos,
actuando en función de los factores que se nos presentan, como la actividad que
realizamos, sistema de pensamientos y estado socio-económico. Estos, sin duda,
son importantes, pero no podemos dejar de lado el factor de experiencia previa,
que es la información que el individuo tiene almacenada en su memoria, debido a
sus experiencias pasadas. Respecto a lo anterior, algunos la conjugan con la llamada
resiliencia, que se define como la capacidad de superar circunstancias
difíciles. Cada individuo tiene características propias, que hacen la
diferencia; puesto que ante un mismo acontecimiento encontraremos personas que
responden de una manera adaptativa y otras, de manera patológica.
A continuación algunos
consejos para ir por el primero de ambos de caminos:
• Mantener rutinas diarias.
• Mantener la comunicación/contacto social.
• Cuidar la alimentación / hidratación.
• Recibir la estimulación de la luz del sol.
• Buscar técnicas de relajación fáciles de aprender.
• Buscar actividades recreativas.
• Realizar actividad física, en especial, las personas
adultas.
• Descansar/cuidar la higiene del sueño.
Remedios naturales contra el estrés por la cuarentena
Aparte de lo anterior, el soporte farmacológico de origen natural es una opción terapéutica válida,
convirtiéndose en un aliado para el manejo de alteraciones nerviosas. Se trata
de medicamentos con actividad biorreguladora, elaborados con activos naturales
tales como: Passiflora coerulea. Una de las plantas medicinales utilizada desde tiempos
inmemoriales. Está indicada como tranquilizante para el tratamiento de la
ansiedad y el insomnio.
Valeriana officinalis. Activos herbales encontrados en la raíz con actividad sedante
sobre el sistema nervioso central.
Avena sativa. Sus efectos a nivel cerebral resultan relevantes para la función
cognitiva, el estado de ánimo y disminución de la ansiedad.
Y porque, en tiempos de
estrés, necesitamos mejorar nuestro desempeño; activos extraídos de Coffea arábica (planta de la que sale el
café), pueden aumentar el estado de alerta, ayudando a la concentración y
mejorando el estado de ánimo.