La positividad tóxica, o el exceso de optimismo, puede tener
un impacto negativo sobre nuestra salud. Descubra el porqué aquí.
Fuente: thehealthy.com
La represión emocional puede asociarse con diversos
problemas, entre los que se destacan las “metaemociones”, un
concepto que hace referencia, por ejemplo, a aquellos momentos en los que
nos sentimos culpables por sentirnos miserables. En un estudio incluido en
la publicación International Journal of
Psychotherapy Practice and Research, se señaló que por encima de dicha ansiedad
o tristeza inicial, que probablemente habría sido inevitable de todos modos,
las personas se sienten mal por sentirse mal. Asimismo, quienes destinan
energía a reprimir emociones pueden arriesgarse a perder el control sobre otros
sentimientos, indica un estudio publicado en Social Psychological and
Personality Science. Hacer el esfuerzo de enterrar emociones puede abrir
paso a un fenómeno conocido como “agotamiento del ego”. Esta teoría
sostiene que tenemos recursos mentales limitados, y si agotamos dichos
recursos por intentar reprimir sentimientos fuertes, es posible que
obstaculicemos nuestra capacidad para dominar la agresión ante una provocación,
por ejemplo, o que experimentemos versiones aumentadas de otras emociones negativas.
¿Cómo nos perjudica la represión emocional?
La represión emocional también se ha vinculado con
reacciones fisiológicas asociadas con el estrés, desde dolores de cabeza y problemas
de sueño hasta cardiopatías. En un estudio publicado en una edición del Journal
of Personality and Social Psychology, se señaló que las personas que “aceptaban
sus experiencias mentales en lugar de juzgarlas” probablemente gozaban de
un mejor estado de salud psicológica general. Eso se debe, en parte, a que
dicha aceptación los ayuda a experimentar emociones negativas menos intensas
cuando se encuentran bajo estrés. Además, si las emociones negativas se ven
acentuadas por sucesos negativos en nuestras vidas, la positividad por sí sola
puede resultar contraproducente. Para alguien atrapado en una relación
abusiva, por ejemplo, las emociones negativas recurrentes pueden funcionar como
una importante señal de alarma, mientras que tratar de mantener una actitud positiva podría entorpecer el proceso de resolución del problema al enmascarar
la situación.
Positividad en medio de la crisis
La positividad tóxica puede presentarse toda vez que alguien
experimenta una emoción negativa, y el año 2020
parece haber ofrecido condiciones óptimas para
esta conducta. Segtn una encuesta realizada en octubre de 2020 por la Asociación Americana
de Psicología, un gran porcentaje de adultos
en los Estados Unidos afirma que la pandemia de coronavirus representa una
fuente de estrés significativa en sus vidas, mientras que otro gran porcentaje de
los individuos reconoce sentirse abrumado por la combinación de problemas que
experimenta el país en este momento. “Una cantidad sin precedentes de problemas
graves parecen converger actualmente en la población de los Estados Unidos,
como racismo manifiesto y estructural, agitación política, pandemia de
COVID-19, desempleo y cambio climático”, sostiene Preston. “Estos problemas
dañan de manera directa a millones de personas en aspectos sociales,
financieros, físicos, mentales y hasta en términos de vida o muerte. De manera
indirecta, también llevan a que la mayoría experimente una combinación de
ansiedad, terror, culpa, temor, enojo y actitud defensiva. Estos son problemas
reales”, agrega la experta. Son problemas que es preciso abordar. Quienes
niegan la realidad o se rehúsan a permitir que otros experimenten o expresen
estos sentimientos, activamente los oprimen e invalidan, garantizando de
esa forma la persistencia de los problemas.” Además de agravar problemas de
salud mental en medio de la agitación por el COVID-19, la positividad tóxica
también puede desempeñar un rol en la perpetuación de la propia pandemia,
señala la Dra. Saltz. Para aquellas personas con cierta inclinación hacia la
negación como mecanismo para afrontar problemas, la manera más sencilla de
escapar a las emociones negativas causadas por la pandemia es precisamente
ignorarla. “La negación está llevando a las personas a no usar máscaras
protectoras, a reunirse en lugares cerrados y a exponerse a otros riesgos,
debido a que niegan dichos riesgos para poder sentirse positivos y optimistas”,
sostiene la Dra. Saltz. “La negación es el principal problema de salud pública
en este momento”.
Consejos para controlar la positividad tóxica
Al igual que con muchos patrones de comportamiento no
deseados, el simple hecho de reconocer el propio potencial para la
positividad tóxica puede ser un paso clave para eludir esta conducta. Si
nota que está a punto de caer en este comportamiento, ya sea al abordar sus
propias emociones o las de otra persona, es posible que se encuentre entonces
en mejores condiciones para detenerlo. De la misma manera, si se encuentra
en el extremo receptor de la positividad tóxica de otra persona, poder
reconocerla puede ayudarlo a no internalizar dicha toxicidad. “Si no se
siente lo suficientemente fuerte para hacer frente a sus propias emociones o a
las de los demás, puede ser una buena idea tomar algo de distancia o mantenerse
en silencio”, afirma. “Pero resista la necesidad de invalidar dichas
emociones”.
Tomado
de: www.thehealthy.com