Las enfermedades cardíacas
son una de las primeras causas de mortalidad en el mundo. Cómo estar alerta
para prevenirlas.
La insuficiencia cardíaca es una de las afecciones del corazón que afecta a más personas a nivel mundial debido a muchos factores, desde la epidemia de obesidad y los crecientes índices de hipertensión hasta el hecho de que más personas sobreviven a los ataques cardíacos y siguen viviendo con el corazón dañado. Cuando el corazón está muy débil o rígido para bombear suficiente sangre a los órganos y tejidos del cuerpo, los pulmones pueden llenarse de líquido, pueden fallar los riñones y se sentirá extremadamente cansado. Esta afección mata al 80% de los hombres y al 65% de las mujeres dentro de los seis años del diagnóstico. A continuación, encontrará
algunos consejos para
evitarla.
Estrategias clave para la prevención de la enfermedad cardíaca congestiva
Haga ejercicio y siga una dieta saludable para el corazón. Si piensa que este problema solamente afecta a los demás, considere esta estadística: una de cada cinco personas padece esta enfermedad después de los 45 años. Los factores que más contribuyen son la hipertensión y los ataques cardiacos.
La mejor medida que puede tomar ahora mismo es realizar una caminata a paso ligero. En su próxima comida, llene su plato con frutas, verduras y granos integrales. Los pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia. Desayunar cereal integral cada mañana baja su riesgo un 30%. Si ya padece insuficiencia cardiaca o hipertensión, hable con su médico o expertos de un programa de rehabilitación cardiaca sobre el tipo y la cantidad de ejercicio ideales para usted.
Mantenga un peso
saludable. Cada 2 a 4 kg que aumente (lo que le tome a su cuerpo aumentar el índice
de masa corporal (IMC) un punto) aumenta el riesgo de insuficiencia cardiaca
en una mujer en un 7% y en un hombre en un 5%, según afirman los
investigadores del revolucionario estudio Framingham del corazón. Ser obeso,
con un IMC de 30 o más, duplica sus probabilidades. Los kilos extra dañan el
corazón al aumentar el riesgo de hipertensión y diabetes.
También demandan un esfuerzo adicional al corazón, lo que puede dañar el musculo.
Controle la hipertensión. El noventa por ciento de
las personas con insuficiencia cardiaca tuvieron hipertensión primero. En los
casos de hipertensión, el corazón debe bombear más fuerte para obligar a la
sangre a recorrer el largo camino de los vasos sanguíneos en el organismo. Con el
tiempo, esto puede hacer que las cámaras del corazón se “acalambren”, lo que
se denomina hipertrofia ventricular izquierda, que interfiere con la
capacidad de bombeo del corazón. Una disminución de 10 puntos en la presión
arterial sistólica (presión máxima) puede reducir el riesgo de esta dolencia en
un 50%, según los investigadores de la Universidad McMaster en Montreal, Canadá.
Si necesita medicamentos, consulte sobre los diuréticos. Los
estudios muestran que estos medicamentos reducen el riesgo de insuficiencia cardiaca
más que otros fármacos más caros como los alfabloqueantes y bloqueantes de
canales de calcio.
Consulte sobre inhibidores ACE después de un ataque cardíaco. Aproximadamente uno de cada cuatro hombres y la mitad de las mujeres que sobreviven a un ataque cardiaco estarán incapacitados por una insuficiencia cardiaca dentro de los seis años. Los medicamentos llamados inhibidores de la ACE reducen esa probabilidad. En un estudio, un inhibidor de la enzima acetilcolinesterasa (ACE) llamado ramipril redujo esta afección un 23% en 9.000 mujeres y hombres de alto riesgo, muchos de los cuales habían sufrido un ataque cardiaco. Estos medicamentos aflojan la tensión en el corazón al relajar las paredes de los vasos sanguíneos y bajar la presión arterial.
Controle adecuadamente su azúcar en sangre si padece diabetes. Si tiene diabetes tipo 2, su riesgo de insuficiencia cardiaca es cinco veces mayor que lo normal si es mujer, y casi cuatro veces mayor de lo normal si es hombre. Como las personas con diabetes generalmente tienen una enfermedad arterial coronaria o hipertensión, e incluso tuvieron ataque cardiaco silenciosos, su
medico podría recetar medicamentos para ayudar a proteger el corazón. Pero no descuide los beneficios de controlar el nivel de azúcar en sangre. En un estudio, las personas con diabetes que mantuvieron el azúcar ensangre dentro del rango saludable tuvieron la mitad de probabilidades de desarrollar esta dolencia que aquellos cuyo azúcar en sangre permaneció elevado.
Cuando cene afuera pescado, pídalo al horno o asado. Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard que llevo a cabo un seguimiento de 4.738 adultos, detecto que quienes consumían atún al horno o asado, u otro pescado, una o dos veces por semana, redujeron el riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva en un 20%. Cuanto más consuma, mejor: quienes consumían pescado cinco veces a la semana redujeron su riesgo en un 32%. Nota: el pescado frito no brinda protección contra este problema cardiaco.